sábado, 24 de septiembre de 2011

Son preciosos nuestros besos

Según la R.A.E., confianza significa: "Esperanza firme que se tiene de alguien o algo". Miedo, por otro lado, es: "perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario".

¿Cuántas veces habrán salido en nuestras últimas conversaciones?

Como ya te dije, una vez, hace tiempo, no hiciste las cosas bien pero NO me traicionaste ni a mí ni mi confianza. Lo solté sin saber exactamente el significado que tenía esa palabra y ahora que lo he leído, estoy aún más segura. Mis esperanzas en ti están intactas, cimentadas en algo tan sólido como lo es nuestro amor, ese algo que nos une y no se va a borrar nunca. Sólo tú puedes entender la magnitud de nuestros sentimientos. Comprendo que dudes y no quieras volver a vivir aquella situación, yo tampoco quiero; pero prefiero intentarlo una vez más contigo a quedarme con la incógnita y tener que conformarme con otro, que no conseguirá, ni por asomo, llegar a una ínfima parte de lo que tú me das. ¿Que si puede volver a salir mal? Pues sí, siento decirte que esa opción existe, ya sea conmigo o con otra, ahora o en el futuro.

¡Hagamos magia!
Confía, en ti, en mí, en lo que tenemos. Sí, esa cosa tan especial que hace que nos separemos unos segundos cuando aparecen las barreras y no seamos capaces de mantener esa distancia; tu manera de mirarme y hacerme sentir bella, mi capacidad de hacerte sonreír. Nuestros retenes se esfuman cuando viajamos a Nueva York, cuando vivimos Enero, cuando estamos juntos dejándonos llevar. Tú mismo me dijiste que eso era lo que debía hacer en cierto momento... ¡hagámoslo! Dejémonos llevar.

El miedo paraliza y no lleva a ningún lado, no proporciona ningún tipo de satisfacción además de la angustiosa sensación de que se podría haber hecho algo más. Ya intentamos vivir sin comunicarnos y no pudimos distanciarnos, también estuvimos juntos de aquélla. Y era ese no saber nada de ti lo que me mataba, más que cualquier frustración por no haber tenido una justificación oportuna.

¿Recuerdas el primer día que nos vimos? Esos nervios, esa inquietud, ese saber que algo grande iba a nacer en ese instante, el no cortarnos en besarnos cuando habían pasado escasos segundos. ¿Y qué me dices de nuestra primera conversación por mensajes? Nunca tendremos, por separado, una Nochevieja similar. ¿Y el concierto? Me apuesto lo que quieras a que ninguna chica te va a invitar nunca a un concierto sin apenas conocerte y conseguir terminar convirtiéndolo en una fecha de inolvidable. ¿Y mi olor? No puedes dejarme con la duda de saber cómo huele mi colonia en ti al despertarte. ¿Y el buscarme en la estación? ¿Nuestro viaje alrededor del mundo? Todo eso pueden ser piedrecitas de un camino hermoso, inigualable, único y, sobre todo, nuestro. ¿Qué significa que sea nuestro? Que esas pequeñas cosas del día a día volverán a tener un color especial porque tú, maldito duende, tiñes de ilusión cualquier pequeña y nimia cosa que tenga a bien suceder.

Sí, sólo contigo puedo ir a un FNAC y ser yo misma, comprar unos pantalones porque te gusten a ti y creer que cuando me dices que soy guapa es verdad. ¿Ves? De esto último que acabo de enumerar sólo ha pasado una cosa y sé que las otras dos tendrán la misma validez.

¿Es eso una sonrisa? Sabes que tengo razón...

Y ahora, que has leído lo que siempre mantengo cuando hablamos, quiero que marques esta entrada como favorita y acudas a ella si alguna vez te asaltan las dudas.

Te quiero Dark Knight. Siempre te he querido y siempre te querré, estés o no conmigo y decidas o no intentarlo. Confío en ti porque sé que puedo hacerlo. Pase lo que pase.

Sí, te apetece abrazarme... créeme, a mí también. Igual que hacer el amor contigo... siempre fue distinto. No era sexo simplemente, era algo más; tú también lo dijiste. Por eso puse ese límite ayer, porque es algo más. Nos comportamos exactamente igual que cuando estábamos juntos, pero sin estarlo. Si fueras cualquier otro chico hubiéramos tenido sexo, quizá el mejor en mucho tiempo, pero no dejaría de ser nada más que eso... sexo. Sentirte en mí, verte sonreír después, tu pitillo postcoital y mi beso de agradecimiento, todo eso no es NADA si tú no eres él. ¡Qué curioso decir eso cuando tú eres Él!

Ahora, que tú me has encontrado, que podemos re-escribir la historia de un comienzo, si después de leerme he conseguido despejar algo tus cavilaciones, entonces, vuelve a conquistarme. Es sencillo, piensa en algo pequeño, peludo, con mala leche, que hace ruidos extraños y abraza de un modo especial. ¿Lo tienes? Pues bien... esa será nuestra clave.

Sólo yo querré abrazarte de ese modo.

Y, para finalizar, te digo desde ya unas cuantas cosas que debes saber de mí. Mis intenciones, vaya:
- quiero despertarme contigo todos los días que me sea posible y si alguno me es imposible, al menos quiero acostarme contigo
- quiero ver todas las películas que se nos ocurran
- cocinar juntos y para ti
- bañarnos a la luz de la luna en cualquier playa
- ir a un número indeterminado y tendiente a infinito de conciertos
- perdernos con un mapa en la mano y que nos dé exactamente igual
- sorprenderte día tras día con alguna de mis minichorradas
- mil billones de recuerdos a tu lado
- seguir conociéndote
- que te sientas orgulloso de mí y sientas mi orgullo por ti
- una cámara Polaroid que saque mi lado femenino y tu lado achuchable (estoy segura de que los tenemos)
- acariciarte la barba cuando te pique y cuando no
- visitar países de nombre impronunciable y comida sorprendente
- cuidarte si te pones enfermo
- ver tus reencarnaciones en bajista de L.A.Guns y robot multifunciones desde las mías: guisante y gato siamés
- recordarte con mis besos y abrazos cada vez que tengas miedo que hay algo que nos hace fuertes y no es efímero
- ...

¿Crees que con una vida tendré tiempo suficiente como para cumplirlas?


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Si todo es imperfecto en este mundo imperfecto, el amor es lo más perfecto de todo precisamente por su perfecta imperfección.