¡Mirad qué monadita de cosa me acabo de encontrar! Es linda, lindísima... se llamará Arya. Lo sé. Lo presiento. Será mi próxima guitarra. ¡Ah! Y aún estoy dudando si será negra o en color caoba. ¡Ay! Que no sé qué ojitos ponerle. Nervios de madre, ya sabéis. Y no, no tengo un problema con las electroacústicas... es que ellas me eligen a mí, palabrita de chica con chupa de cuero.
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Si todo es imperfecto en este mundo imperfecto, el amor es lo más perfecto de todo precisamente por su perfecta imperfección.