domingo, 9 de octubre de 2011

Wish you were here (II)


Al final falté a mi palabra y tuve plan por la noche. Después de luchar contra mí misma, volví a caer en las redes de la música y fui a ver a los Pink Tones. El espectáculo para los demás fue genial. Una gran inversión en luz, sonido (¡impecable!), sucesión de grandísimas canciones y un ambiente verdaderamente acogedor.

Para mí, en cambio, podríamos dividir la noche en: canciones previas a "Wish you were here", en las que tenía el corazón en un puño hasta que empezaban por si acaso eran y, una vez visto que no, pude disfrutarlas; y canciones posteriores a "Wish you...." en las que no recuerdo muy bien qué sucedió porque me venías a la cabeza.

Sé que quizá después de 8 meses (¡ya 8!) de separación desde la ruptura esto es tan absurdo como abrazarte después de discutir, pero me es completamente imposible no hacer ninguna de esas dos cosas. No puedo escuchar esta canción sin asociarla a ti. Me encantaría poder coger una goma Milán de estas enormes que llevan ahora los niños al cole y borrar los sentimientos que hacen que me estremezca de nuevo cuando escucho: "The same old feel, wish you were here". Lo haría porque me da la sensación de que esta vez no se va a pasar. ¡Tú siempre tan distinto a los demás!

En cuanto empezaron a tocarla, fue como si me volvieran a llegar todos y cada uno de los mensajes que nos enviamos en Nochevieja. También recordé los días previos, cuando fui a ver el concierto de Arizona baby y Los Coronas y te lo conté emocionadísima (no te haces a la idea de la energía que empleé en soñar que vendrías a verlos conmigo). Recordé mi loca idea de ir a Coruña sólo por estar contigo dos minutos el día después de mi primer examen en Enero porque me había salido fatal y también recordé no hacerlo por miedo a que no quisieras verme y a interrumpirte. Me vino a la mente el cosquilleo nervioso que sentía al bajar la calle que me llevaba a la estación de tren el día que te conocí. Volví a sentir a aquel primer y maravilloso abrazo...

En fin, que sigo siendo la misma tonta que escribe textos en los que 2 de cada 3 párrafos, aunque no estén escritos sobre ti, llevan tu nombre.

Supongo que eres el chico ideal para mí porque tengo la paciencia necesaria para conservar todos esos recuerdos impolutos y sacarlos a relucir cuando necesito que estés a mi lado y no estás.

Yo: "...pues eso, que me muero por verte"

Tú: "Y yo por verte a ti. ¿Quieres que nos veamos mañana un momento? Aunque sea una hora, entre tren y tren"

Yo: "No puedo hacerte venir para eso. Esperaré al viernes aunque me muera de ganas de verte".

Tú: "Las dos únicas razones que me vienen a la cabeza por las que no iría serían que interfiriera demasiado en tu plan de estudio para el examen del viernes o que no te apeteciese"

Yo: "¿Pero no ves que me vas a hacer sentir cargo de conciencia por hacerte venir? Me parece un capricho y no te voy a hacer venir por un capricho tonto mío y lo de que no me apeteciese lo obvio, porque si te lo tengo en cuenta te echaría sulfúrico por la pantalla. Somos idiotas, los dos."

Tú: "Sí, supongo que sí, pero la vida es dura y no puedo evitarlo"

Yo: "¿El qué?"

Tú: "Necesitar tanto verte, aunque sólo sean 5 minutos".


Y si eso no es amor, lo que yo quiero tampoco lo es. Nunca me conformaré con menos Dark knight, nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si todo es imperfecto en este mundo imperfecto, el amor es lo más perfecto de todo precisamente por su perfecta imperfección.