Hace un año por estas fechas yo era feliz, tal y como lo soy ahora. Sin embargo, también hace un año, dentro de, más o menos, quince días, escribiría una de las cartas más tristes que he escrito nunca.
Se me partió el corazón de un modo que aún me hace temblar al recordarlo. Quiero exorcizar mis miedos y mis temores y el único modo es enfrentándome a ello. Por eso, párrafo a párrafo, voy a ir dejándola aquí, como consigna última de mi valentía, de mi promesa de un nuevo comienzo sin condiciones.
14/02/2011
3 a.m.
"Esta noche es la más fría que he vivido en los últimos tiempos y sé, y
siento, que tú también pasas frío, aunque partes con la ventaja de haber
elegido sentirlo, a mí me lo has impuesto. No he podido oír tu voz por última
vez contándome el por qué de esta
nueva derrota. Me has pedido tiempo, el mismo que decías que nos había colocado
en el camino del otro en el momento exacto, te lo he concedido. Como te concedí
también aquella noche de Enero en Coruña y te hubiera concedido mil más si me
lo hubieras pedido o me hubieras dejado entregarte. [...]"
La historia se repite, pero vaya, espero, creo que no te suceda lo mismo o parecido del año pasado. Por otro lado, como dijo Nietzchste (con su odiosa frase o no, pero que es una verdad como un templo) y que seguro que conoces, lo que no nos mata, nos hace más fuertes! ;)
ResponderEliminarAdelante con tu valentía, con el exorcismo! Dejando las promesas a un lado, siempre está bien empezar con o sin condiciones, aunque sea difícil como todo principio que es. Maldita sea, no dejo de soltar clichés!!! ;)
PD: Oye, me gusta la frase que has dejado en el formulario de los comentarios! ;)