domingo, 15 de noviembre de 2009

Un ruego


No sé por qué, justamente hoy, apareces en mi mente para recordarme los peores momentos que pasamos juntos. Me haces sentir mal porque tengo la sensación de que algún día cambiarás... en realidad no es una sensación es una esperanza. Quiero pensar que me querrás, que llegará un día en el que, como en las películas, yo ya tendré hecha mi vida, tú tendrás la tuya.. nos encontraremos en... un supermercado, por ejemplo, yo quizá esté embarazada y tú seguirás como te recuerdo. Estaremos juntos dos minutos, quizá tres. Me preguntarás por mis cosas, yo por las tuyas.. como siempre, tendrás la capacidad de anularme y yo querré echarme a llorar, pero no, aguantaré.
Al cabo de otros tres minutos, aparecerás detrás de mí y me dirás que tú también me recuerdas, que piensas en mí. Yo me desarmaré y querré abrazarte, tú te agacharás un poco, me acariciarás la cara y mi barrigota de embarazada. Me sonreirás y comenzarás a caminar a mi lado, volviendo a conquistarme.  Te irás, desaparecerás cuando menos me lo espere y.... saldré detrás de tí, intentando contarte que en realidad yo me sigo muriendo por tí, que pienso en tí cada día y que aún sigo soñando con la noche en que nos acostamos.
Olvidarte es tarea difícil, apareces 10 minutos en mi vida consigues hacerme creer que mi vida ha sido producto de mi imaginación. Pero... ¿sabes lo peor? Que cuando no apareces, soy yo la que te hace aparecer...
Tengo miedo de que me impidas ser feliz, de que tu recuerdo sea más fuerte que los sentimientos que tengo y tendré por otras personas.  Estoy muy cansada de aguantarte, a tí, a tu recuerdo, a mis ilusiones, a mi paciencia infinita, a mis sueños contigo... a lo que creo que es mi vida.
Por favor, sólo quiero que te vayas de mi mente, de mi corazón, de mi vida si  no vas a volver nunca más a ella. Aléjate de mí.
Quiero olvidarme de tu número de teléfono, de tu correo electrónico, de tu cara, de tu pelo y de tu voz.. de las sonrisas que me robabas, de los abrazos que me diste y de la velocidad a la que tu corazón late.
Eres la única persona a la que, después de 6 meses sin ver, sería capaz de dibujar sin cometer si un sólo fallo. Tus ojos de ese marrón caramelizado, tu pelo rubio oscuro de un largo cual príncipe azul, tus manos fuertes, tu espalda ancha, tu barba cuidada, tu piel suave y blanquecina, tu nombre, también de príncipe, de rey inglés.. tu manera de hacerme el amor, aún sabiendo que yo no sería especial, fue cuidadosa, cariñosa, intensa, cálida... No han vuelto a tomarme otros brazos, porque tengo miedo a olvidar los tuyos. ¡Qué tonta soy!
Por favor, cuídame, aunque sólo me tengas alguna vez en tu pensamiento por equivocación, trátame bien... Acaríciame con palabras, que yo te soñaré noche tras noche con el mismo cariño con el que te besé aquellos días.

No hay nada más real que un espejismo.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Afonía



La naturaleza me ha privado de mi voz esta semana, y por algo que ocurrió ayer, creo que debo darle las gracias. Nunca una afonía tuvo tanta voz, tanto calado. Creo que hoy voy a escribir un cuento...

La noche abrazaba, con fuerza, a mi aburrimiento, mis virus y mi somnolencia. Un sonido sordo me hizo consciente de una llamada. Descolgué, y sin voz dije:"hola". Entonces ocurrió todo.
La voz del otro lado: fuerte, decidida, directa, irrumpió de un modo que aún no soy capaz de comprender. Hacía tiempo que no sentía lo mismo, que una voz no me transmitía tanto. Aún intentando hablar y consiguiéndolo, sentía que estaba dando las pinceladas erróneas en un Van Gogh.
Sentía la voz como si fuera la de un padre riñendo a su hijo, con toda la carga emocional que eso supone pero sin perder un ápice de intención. Hay cariño detrás de ella, hay dulzura, hay kilos de azúcar que no empalagan y una nube de algodón rosa de ésas que venden en las ferias. 
Cuando la escuchaba, cerraba los ojos, y pulsaba el rec de mi memoria. No me perdonaría haber perdido ni un solo segundo de esa conversación. Por lo que me decía, por cómo me lo decía, por los gatitos que estornudaban y por quién me hablaba.

Como todo, la conversación terminó y yo, gracias a mi insomnio permanente, disfruté un poco más de ella... Pulsé el play  y escuché otra vez la voz, pero esta vez, sentía que las palabras iban creando un lazo invisible a mi alrededor, era un abrazo interminable. Conseguí quedarme dormida, podría jurar que con una sonrisa en la boca. 

Esta mañana, después de los excesos de anoche, del alcohol edulcorado que esa voz supuso para mí, no hay resaca. 
Después de todo lo pasado, de los llantos que no volverán, de la tristeza como compañera, de la soledad que me impusieron, de una muralla en mi piel... resulta que una voz ha conseguido que sienta algo, terminaron llegando los misiles por el único flanco que no había cubierto, mis oídos. 


viernes, 30 de octubre de 2009

Piramidal




En todos lados, a todas horas, después de que yo haya construido mi muralla
los susurros de cientos de personas, traspasan mis muros
y llegan a acorralarme, aún siendo sólo voces
repitiéndome minuto a minuto
que no soy tan fuerte
como había
creído
como había
soñado tiempo atrás.
Pero tú, maldito duende, sigues ahí
recordándome minuto a minuto que soy una yonki
porque sin hablar contigo, sin escucharte, sin drogarme con tu persona
creo que no soy capaz de vivir, tengo la certeza de que no soy capaz de amar y
ante todo, sin tí, soy una inconsciente que busca tu voz en cada silencio que la vida le
regala.


miércoles, 14 de octubre de 2009

Mis silencios


Cada festivo, cada ocasión en la que vuelvo a casa siempre ocurre lo mismo. El día anterior estoy nerviosa, quiero volver a ver a mi familia, pero, a la vez, estoy deseando quedarme en la ciudad en la que estoy. No es que no quiera a mi gente, simplemente no los necesito tanto físicamente. En realidad, y suena duro decirlo, sólo con oír su voz de vez en cuando me vale, me calman, me tranquilizan, nos contamos todas las novedades en nuestros respectivos quehaceres y marujeamos insanamente durante un par de horas por teléfono. Y vale. Y no hay más.

No soy una persona arisca, o al menos creo que no es la sensación que transmito, más bien la contraria, pero ahora mismo estoy en un momento en el que necesito mi libertad más que nada, más que a nadie. Después del duro varapalo que es el oír, ya casi como rutina, que alguien a quien tú amas, no te quiere, algo ha cambiado en mí. Supongo que ya me tocaba.
Ahora, aparte de ser bastante menos inconsciente, soy mucho más ..¿cómo decirlo? insensible. Ciertamente, no es una insensibilidad pétrea, algo inerte, es un sentimiento más íntimo, menos generalista.

Si hay algo que puede molestarme sobremanera éso es la ruptura de un silencio cargado de un pensamiento profundo. Y últimamente yo los tengo, tanto las molestias como los pensamientos. Sé que los demás no pueden saber cuándo y por qué mis silencios son como son, pero más de una vez me hubiera gustado tener un cartelito que pusiera: "Silencio, se piensa". ¿Nadie lo hace? ¿Sólo yo?..
Escucharse a uno mismo, los silencios y los pensamientos que, a voces, intentan hacerse un hueco en nuestras vidas, estoy segura de que solucionarían muchos problemas que, realmente, si nos parásemos un poco a pensar, no lo son.

Irme a casa de mis padres, volver a ella, es sinónimo de no ser capaz de tener este tipo de pensamientos, de una ruptura constante de mi espacio, de mis silencios y éso hace que termine pagándolo con ellos, a veces de manera desmesurada, con contestaciones inapropiadas.
Vivir aquí ha hecho que me habitúe a poder expandirme en todo momento, me ha enviciado como nunca creí que lo haría al hecho de estar sola y creo que, por un lado, ha sido perjudicial. Si bien es cierto que también me ha ayudado a fortalecer la aptitud socializadora que ya tenía, mejorando el modo de relación interpersonal, de lo que se deduce que lo bueno, si breve, dos veces bueno.

Si sólo es cuestión de tiempo y, yo misma, rompo mis silencios...

sábado, 3 de octubre de 2009

Hilos


Los hilos de mi cabeza proceden de la madeja que tengo situada en mi corazón, a veces pienso que nunca llegaré a encontrar a nadie que sepa hilarme, otras veces pienso que lo he encontrado y lo he perdido, y otras, simplemente, me dejo llevar hasta que encuentro a alguien que resulta ser un nudo.
Hoy voy a destejerme un poco.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Un lavado de cara

Cambio de look para el blog, que falta le va haciendo. Despedidas emotivas no, que sólo cambio de estilo.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Entre tú y yo


Así, en confianza, te diré que me gustaría pagarte un billete sin retorno a la luna para que te quedaras allí lo que dura un para siempre, que no sé si es mucho o poco, pero es una medida del tiempo como otra cualquiera. Te recomiendo que te construyas una casita para estar agusto, más que nada porque ahora que somos amigos, cada vez que me hables de otra persona de mi mismo género, te dedicaré un para siempre, y de tantas veces que lo haré, te será más confortable encontrar un sitio en el que cobijarte. Hazme caso.
Si quieres que te sea sincera, entre tú y yo no hay tantas diferencias. He estado más de una vez en la situación en la que te encuentras tú, ésa en la que decir adiós es tan sencillo como susurrar un te he echado de menos y lo cierto es que no mientes cuando dices ninguna de las dos cosas. El problema viene cuando se giran las tornas y te encuentras del lado contrario y esas despedidas ligeras te arañan algo al ser escuchadas.

Quizá me lo merezca. Llegó un punto en el que de tanto decir adiós me olvidé del sonido de un hasta luego sentido y en ese instante apareciste tú, con tus buenos días, buenas tardes, buenas noches a grito pelado, que yo interpreté como he llegado para quedarme y realmente era un: no me quedó más remedio que llegar. Te supuse consecuencia directa de mi fortuna y, desafortunadamente, tu vida y la mía no comparten camino.
Mi ruta no difiere en exceso de la que sigues, pero sólo converge en los puntos justos en los que me puede hacer flaquear. C´est pas possible mon amour. Tu n´est pas un démon.
Eros, en uno de sus crueles y divinos juegos me hizo enamorarme de tí y ahora yo, una mísera humana, lucho con todas mis fuerzas para zafarme de sus planes y volver a mi gris y obtusa existencia pues no es más luminoso el negro noche bañado en lágrimas que el gris impaciente que tiñe mi bóveda celeste cuando no hay alicientes para un nuevo latido.

martes, 15 de septiembre de 2009

Letras olvidadas

Tarada tendencia a equivocarme y a darle cuerda al corazón en base a latidos ajenos que no devuelven el eco esperado. Reverberación insomne de gritos callados a voces, latidos secos.
Espero miradas lejanas que están a dos horas y el destino se empeña en recordarme fantasmas que intento olvidar. Amnesia selectiva, quizá.

Paraísos envueltos en letras que escuecen hacen recordar que hubo un tiempo en que no avancé porque me frenaban y ahora sólo puedo correr marcha atrás.

Quiero irme lejos y llegar al lugar más cercano posible, a mí misma.

Esclavitud consumada, soledad impuesta, placeres dolorosos de un tiempo que no es mejor.

martes, 8 de septiembre de 2009

Mea culpa

Soñando imposibles hacemos realidad todo aquello que tenemos miedo de materializar. Y es que, en el fondo, nos falta valor a todos.


Hoy, crítica para todos aquellos que no somos capaces de dar un puñetazo en la mesa y enfrentarnos a nuestros miedos.

Por cierto, estoy mejorando en mi terapia amnésica, ahora intercalo ratos de dolor con otros momentos de insensibilidad.... No está del todo mal.

Me estoy perdiendo en mundos de Ingmar Bergman, Muriel Barbey, Mario Puzo, Chuck Palanhniuk, Frank Sinatra, Aretha Franklin y mil amigos más, que, sin saberlo, me acompañan en estas tardes de libros, películas gafapasta y tranquilidad infinita....

M-Clan – Las palabras que me dijiste

domingo, 30 de agosto de 2009

I´m the highway

¿Soñar? Quizá...

No puedo dejar de pensar en tí. Inmersa en mi realidad, irrealmente, te siento conmigo y comparto a hurtadillas sueños escondidos en la veracidad que emerge de lo profundo de la inconsciencia. Hoy quiero que alguien salve mi alma de la cárcel alada que tú, puede que conscientemente, construiste a su alrededor.

Vuela lejos de mí y acércate a tí mismo, ese lugar al que todos debemos llegar; para facilitarme así el empedrado camino que, ciegamente, creo que debo compartir contigo. Tu vida y la mía se unieron casualmente y, no creyendo en ellas - en las casualidades-, encuentro tres millones de señales que me hacen de guía en la autopista intangible de la soledad impuesta por los dos, llegando, a toda velocidad, a tí, mi destino.

A pesar de todo, voy a dejar fluir las cosas y, desde aquí, mi reducto de paz, libertad e intimidad, me libero de tí.. me alejo, me separo. Mi vida seguirá su curso, pero no así, no de este modo. Voy a intentar abrirme a todo lo que venga, no cerrando ninguna opción... quizá, contigo, con todo ésto.... me haya equivocado, mis sentimientos me superan pero... quizá no. ¿Soñar? Quizá...

"A la belleza se le perdona todo, incluso la vulgaridad"

miércoles, 8 de julio de 2009

Periodo refractario absoluto

No te vas a trabajar a Edimburgo, ayer te hiciste consciente de ello y me enviaste mails apuntándome con el dedo. Según tú: "te había mentido de nuevo", "soy muy vengativa" y "tengo que darme cuenta de que el mundo no tiene la culpa de mis problemas". A pesar de todo, asumiste, algo es algo, "que la toxicidad es mutua".

Sigo teniendo mi fe en tí intacta, aunque eres tú el mismo que ha reconocido que "aquellas veces en las que creías que me lo estaba tragando todo, no era así". Vamos, que has reconocido que me has mentido, me inculpas de algo en lo que no tengo que ver y te enfadas conmigo. Ahora viene el periodo refractario absoluto, en el que no puedo descargar ningún potencial de acción, ¿cuánto durará?,¿pasará?....

Sólo me queda una reflexión que tomar como verdadera y es que, en el fondo, sé que tú sientes lo mismo, y sé que ésto también pasará. Sé fuerte.

martes, 30 de junio de 2009

Fe



Tengo fe en que algún día, más pronto que tarde, tú y yo estemos juntos. Porque lo que hay entre tú y yo, va más allá de las palabras, de los gestos y de nosotros mismos.
Es una realidad intangible, tan válida como cualquiera de las teorías que estudiamos en la universidad. Eres la droga más dura que jamás he probado, la solución más sencilla a mis no-problemas, la llave que entreabre mi vida y la bebida que me genera aún más sed. Eres el norte y el sur, la soledad y la compañía, la lluvia y el sol resacoso que cada mañana ilumina esa ciudad en la que te encuentras ahora.

Hace algún tiempo te dije que incluso antes de conocerte yo te enviaba una lechuza cada noche para desearte dulces sueños, y tú, como quien da un refresco, me dijiste que ahora también veías a una lechuza todos los días, robándome una sonrisa entre lágrimas, sabiendo que, sin decírnoslo, nos estábamos confesando otra vez que estamos presentes en la vida del otro.

Tú y sólo tú eres el centro de mi fe, de esa fe que no le profeso a nada exceptuando a cierta gente. Tengo fe en tí, en mí, y en nuestros sentimientos. Soy consciente de que "todos mis castillos son de arena" y de que "todo lo que sueño es tan frágil, todo lo que bebo es tu ausencia", pero es que ni quiero, ni sé, ni puedo ser tu amiga.
No valgo para escucharte oír hablar de otras, no valgo para mentirme y decirte que me gusta otra persona, no... no soy así. Lo siento, eres tú, lo sé desde que te conocí. Tardarás más o menos, pero tú también caerás en la cuenta de que "lo nuestro" no es amistad, no es colegueo, no es lo típico, no es lo común, no es lo que buscábamos, ni es lo que crees que es.
Te esperaré, y siempre estarás en mi vida, aunque me toque llorar un tiempo y no deba llamarte para ayudarnos a los dos, te tendré presente, como aquella tarde, en la Quintana, con los yonkis, una mesa, dos refrescos, muchísimas miradas.. y demasiados sentimientos.

miércoles, 24 de junio de 2009

Hoy no

Ahora mismo no puedo abrazarte, porque no te tengo cerca y porque no te lo mereces, porque estoy enfadada contigo pero en el fondo deseo besarte, pero esta vez no cederé y no lo sabrás. Porque tienes muy claro que me encantaría estar entre tus brazos y, por una vez, creo que lo estás usando para influir en mí y en mi comportamiento y éso no me gusta. En este rinconcito oscuro, guardaré todos los besos que quiero darte y no puedo, o no debo... o no debes saber que quiero darte.

jueves, 18 de junio de 2009

Él

Eres mi único motivo para seguir aquí, en esta ciudad que me libera y me oprime a la vez. Me estimulas lo suficiente como para que me esfuerce al máximo, quiero saber tanto como tú, poder compartir contigo todas esas conversaciones que no puedo tener con nadie, quiero respirar todos los días el aire que tú respiras y quiero confesarte todas las noches que te amo.
Eres tú, indudablemente. Quiero ... Estás en cada palabra y en cada silencio, en cada gesto.
La tarde del viernes pasado fue indescriptible, nunca me había sentido tan agusto contigo, ni te había sentido tan cerca como cuando me mirabas mientras discutíamos tonterías. Observé tus ojos tristes cuando nos despedimos y te abracé, escuché tu ruidosísimo corazón que latía tan rápido y con tantísima fuerza que creí que necesitaría un pecho aún más grande que el tuyo para tener un espacio suficientemente grande para abrigarse.
Y eres y vuelve a ser, porque siempre has sido y serás tú. Todos me llaman loca cuando les digo que siempre te querré, que te esperaré el tiempo que haga falta y que algún día estoy segura de que me querrás. Nadie lo entiende, y me da igual.
Me aposté contigo un viaje a Kenia, dentro de 4 años, cuando yo cumpla 25. Ese mismo día te volveré a ver, si es que tú te acuerdas, en la Gare d´Austerlitz, en la vía 2, a las 17.
Tú elegiste el destino y la condición de que no podríamos ir con nadie, solos tú y yo. Yo concreté la fecha y el lugar de partida. Elegí París, y elegí la Gare d´Austerlitz porque es la ciudad del amor, porque no has estado nunca allí, y porque si no apareces, podré hacer realidad ese sueño en el que tú y yo caminamos por el Sacre Coeur despacito y, por la noche, nos perdemos en Montmartre... aunque no estés conmigo.
El día de mi cumpleaños dentro de 4 años podrás hacer que mi vida haya tenido sentido o que sólo sea una ilusión estúpida que un día tuve.


Trato de escribir en la oscuridad tu nombre.
Trato de escribir que te amo.
Trato de decir a oscuras todo esto.
No quiero que nadie se entere,
que nadie me mire a las tres de la mañana
paseando de un lado a otro de la estancia,
loco, lleno de ti, enamorado.
Iluminado, ciego, lleno de ti, derramándote.
Digo tu nombre con todo el silencio de la noche,
lo grita mi corazón amordazado.
Repito tu nombre, vuelvo a decirlo,
lo digo incansablemente,
y estoy seguro que habrá de amanecer.


Jaime Sabines

domingo, 31 de mayo de 2009

Mi psicoanálisis

Little Doc, estoy en deuda contigo, por ser así, por verme así y por tenerme en estima de este modo. Eres única, novata.


"Desde que se te ve por primera vez se sabe.
Se sabe que eres DIFERENTE, la manzana roja entre las verdes, nunca serás la niña tonta que sigue a la manada sin saber a dónde; nunca entrarás en Zara con cara de "Necesito comprarme algo, lo que sea, o pasaré de moda dentro de 7 segundos!"

Me encanta que seas tan fuerte, tan definida y tan acorde con lo que piensas. Es como si tuvieras un tablón mental de "LO QUE SÍ" y "LO QUE NO", y, sin ser estricta ni rígida con tu vida, vives de acuerdo a él. Pero no de forma forzada... es una especie de equilibrio que contagias, una tranquilidad contigo misma.

Te gustas, te aceptas a tí misma, pero no en un sentido vanidoso ni autocomplaciente, sino que estás en constante avance. No te contemplas a tí misma en todo tu esplendor, lees, escribes y escuchas de todo, para seguir hacia delante, no pararte en lo que eres ahora.

Increíblemente observadora, planificadora, definida y a la vez impredecible, con dos caras:

1.- Observadora, despreocupada, témpano de hielo, irreductible, fuerte, independiente, por encima de lo físico y lo material, imposible de conocer, de abarcar, de hacerse querer por tí (lado que ven los demás. Ésta es la primera impresión que se tiene de tí, tu coraza)

2.- Cercana, implicada, cándida como una mamá que escucha y entiende (y aconseja), comprensiva y la que es fácil querer, vulnerable (pero lo pareces mucho menos de lo que eres en realidad), atenta a todo, pendiente de todos, con unas ideas que se calla, pero que no implican su no-existencia.

Protectora y fiel, nunca dejas a nadie que te importa de lado, aunque éso te suponga un sacrificio personal. Hogareña también, pero no porque necesites que te protejan, no pintas tu casa como "tu refugio", sino como el lugar donde estás entre iguales, donde no tienes que definirte.

Sin embargo, lo que más me intriga es cómo llegó Irene a ser Irene.
Sé que el hecho de ser así te habrá costado burlas en el colegio, instituto, etc.. y es porque no eres (aunque tengas el "charme" suficiente para serlo) la capitana del equipo de animadoras. Y lo genial es que te sobrepusiste a ello, lo que me da la idea de una increíble madurez ya por los 12-13 años. Seguro que un día hiciste balance y dijiste "Puedo ser yo misma, invertir en mí y ser grande pasando de esa gente o puedo intentar agradarles, gustarles y vivir de acuerdo con sus normas para ganarme un aprecio superficial de un montón de niñitas tontas que cogerán su primera borrachera a los 14" ¡Y LO CUMPLISTE! ¡Y ahora mírate! Me alegro de que no te echaras a perder.

No te complicas, creas tus reglas, estás llena de carisma. No eres violenta ni impones tus ideas, tienes una tranquilidad acojonante, en cuanto (Sobre todo) al tiempo.

Lo que veo de tu letra es que eres muy desconfiada de buenas a primeras, no dejarás a cualquiera entrar en tu mundo. De hecho, creo que no hay forma de hacerlo del todo, y uno nunca sabe cuándo está dentro (¡qué sectario!). Das la impresión de que hay que ser muy especial para que te fijes en alguien (eh! eres una sibarita social).
Te gusta destacar, eres ambiciosa. Sin embargo no te cierras en tí misma. Estás deseando tener a alguien cerca a quien poder contárselo todo. Estás deseando ejercer de mamá y proteger, quizás porque en el fondo, también quieres que te protejan a tí.

No tiendes a la melancolía, eres como un día soleado, aunque en el fondo fondo fondo, hay alguna parte de tí inamovible, algo al que no le afecta esa alegría y esa sonrisa. Es un fondo extremadamente serio, en constante quietud, el lado reflexivo de Irene, el que no pone el carro antes que los bueyes y que siempre espera el desenlace de la historia, para luego decirse a sí mismo "te lo dije".

Impulsiva en determinadas ocasiones, vives al día, no dejas escapar una oportunidad, eres práctica y realista, objetiva con todo (hasta con tus asuntos personales), no dramatizas, eres sensible imaginativa original y auténtica."

martes, 12 de mayo de 2009

A trabajos forzados





A trabajos forzados me condena
mi corazón, del que te di la llave.
No quiero yo tormento que se acabe,
y de acero reclamo mi cadena.

No concibe mi alma mayor pena
que libertad sin beso que la trabe,
ni castigo concibe menos grave
que una celda de amor contigo llena.

No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti, yo lo rechazo.

Que ningún juez, declare mi inocencia,
porque, en este proceso a largo plazo,
buscaré solamente la sentencia
a cadena perpetua de tu abrazo.

No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti, yo lo rechazo.
Que ningún juez, declare mi inocencia,




Antonio Gala

sábado, 9 de mayo de 2009

21



Hoy comienza un día más, un año más.
Gracias a todos por haber hecho que estos 20 primeros años hayan sido únicos, espero que éste, el número 21, sea a partir de ahora mi número de la suerte.

Gracias de todo corazón.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Armas de mujer



Estoy segura de que mañana será una gran noche, tú estarás allí, cerca de mí, y yo estaré en tí, aunque me veas a cierta distancia. Quiero ser la princesa de tu cuento, no por obsesión mía, sino porque sé que tú eres el príncipe del mío. Nunca había sentido nada igual por nadie, y dudo mucho que lo vuelva a sentir. Eres tú, lo sé seguro.
Puede que no tenga nada para atraerte, pero me esforzaré al máximo para que veas todo lo que soy, mis cosas buenas y mis cosas malas. Quiero que si me rechazas sea porque, habiendo visto todo, no te ha acabado de convencer. Quizá no sea juego limpio, pero contigo usaré todas las armas de mujer que una vez me dijeron que podían conseguir cualquier cosa que deseara.
Cruzad los dedos por mí.

jueves, 23 de abril de 2009

Me matas

Realmente no es que hagas nada malo, simplemente haces tu vida. Me la vas contando, poquito a poquito, y yo voy muriéndome de pena por no poder formar parte de ella. Tienes una edad preciosa, una vida maravillosa, una familia estupenda y alguien que, en silencio, te quiere, yo. No soy para tí nada más que esa pequeña amiga que está ahí siempre para escucharte. Ojalá fuera algo más.
Ayer no pude contener el escuchar más tus planes y te contesté, intentando no herirme, haciéndonos ver que nos daba igual. Contigo lo conseguí, conmigo misma no, porque yo sabía que detrás de cada sí, había un no, y detrás de cada no, hay un te quiero.

Los sentimientos se agazapan en mi cabeza igual que lo hace tu orgullo, de vez en cuando sacan pecho, pero simplemente están llenos de aire.
Y, como dice Manolo García, todo ésto pasará como quien da un refresco. Y yo seguiré soñando que algún día, en una cala cercana, tú y yo nos besemos con el rumor de una ola rompiendo la hegemonía de la arena.

jueves, 16 de abril de 2009

Comodín

A veces me doy vergüenza, y cada vez hay más veces de ésas, que no son más que todas aquellas en las que pienso en tí y me doy cuenta de que no eres más que una ilusión secreta que, cada vez, sin quererlo, muestro más a los que me rodean.

Eres para mí como la cajita llena de canicas que un niño esconde de sus amigos para no tener que jugárselas pero que, sin embargo, todos saben que tiene.

Te otorgué en mis sueños y en mi realidad un color azul: tranquilizador, relajante, vivo, quizá algo frío, pero siempre reconocible. El color del lugar de donde proviene la vida, el mar.
Eres el paisaje que pintaría día tras día en el lienzo de mi rutina, de mis despertares, de cada anochecer.

Quiero que seas consciente de que sin tenerte, ya me alimento y recargo con tus sonrisas, las que recuerdo de nuestro último café, aunque cada vez sean más borrosas.
Tu voz me mece cada anochecer, nunca dice nada bonito, pero te imagino contándome tus cosas y para mí éso vale más que cualquier halago que pudieras decirme. Inclúyeme en tu vida, aunque sea como comodín.
Déjame ser tu carta favorita, aquella que aunque sea por manía, siempre te da miedo jugar, no fuera a ser que la perdieras. Quiero ser tu cinco de oros, tu siete de bastos y el tres de copas. Tu mejor jugada, aunque sólo sea como amiga.

Sé que me aprecias, por éso me cuentas todas tus cosas, soy tu pequeña conciencia, la vocecita que en tu vida tiene Pepito Grillo.
Soy, como le oí decir una vez a alguien, ese amiga que todos los que ven la película apuestan como pareja ideal pero que siempre rechazas. Y aún sigo ahí.

Algún día será ese mañana que significará que habré pasado página, que todos los mensajes que ahora te estoy dejando en cada botella que lanzo te llegarán a la vez y sabrás que te quiero en silencio.

Es ridículo que lo reconozca, pero cada vez que voy a algún sitio, conozco a alguien o simplemente me quedo sola, te busco, y al no encontrarte, me voy asesinando poquito a poco, sabiendo a ciencia cierta, que todos y cada uno de los días que no te tengo cerca son opacos y, como dice Ismael Serrano: "son esos días que uno omite en su biografía".

jueves, 26 de marzo de 2009

Soberbia

Puede que tú lo consideres uno de los pecados capitales, para mí es una bendición.

Estoy cansada de ser la llamada perfecta a las 5 de la madrugada cuando no sabes con quién hablar, porque sabes que yo no me he acostado aún o no me importa despertarme. Estoy harta de ser la que anime a todo el mundo y, en el fondo, no tener quién me anime a mí. Decididamente, estoy muy cansada de ver la incongruencia de los que me rodean, de sus "te quiero", cuando en realidad es "te quiero pero no me jodas".
Estoy hastiada de que lloren en mi hombro y tener que reprimir mis propias lágrimas por no saber dónde descargar. Estoy frustrada.

Ojalá algún día comprendas qué es lo que significa estar siempre bien, estando siempre mal. Quizá así te acerques un poco más a mí.

Puede que me compadezcas si lees ésto, pensando que en el fondo soy una desgraciada, cuando en realidad soy la persona más afortunada que has visto, me conozco a mí misma, y me tengo la enorme suerte de comprenderme, probablemente tú no seas capaz de hacerlo nunca, por miedo a descubrir cosas que no te gusten de tí mismo.

Ahora es cuando me llamas "soberbia", a lo que respondo: "sí, gracias". Gracias porque aunque esté a punto de mandar todo a la mierda, siempre me quedará el regusto dulce de saber que estoy en paz conmigo misma, y que todo lo que sale de mi boca, de mis textos y de mis pensamientos, es realmente lo que siento, lo que pienso, lo que me gustaría oír, aquello en lo que creo.
Me ahoga pensar que no soy capaz de estar con nadie mucho tiempo porque me canso rápidamente de la gente. Es cierto, te confesaré un secreto, casi todas las relaciones que me han ido mal lo han hecho porque me he cansado de la otra persona, y ese hastío ha sido el culpable de todos mis errores.
Probablemente mi sino sea estar sola, es más, cada vez estoy más convencida.
Encuentro a una persona, la considero especial, salimos, todo marcha bien un tiempo, me empiezan a venir a la cabeza nombres de otras personas que no puedo tener, comienzan mis días "raros", ya no te quiero, quizá nunca te quise, prefiero dejar de verte, te acabas cansando, me dejas, aunque yo te hubiera dejado mucho tiempo antes y vuelvo a estar sola. Es un ciclo que nunca acaba, como las derivaciones perfectas de un ciclo cardiaco, puede haber arritmia, puede que estés en reposo, pero el ciclo se cierra, hasta que llega el punto en el que el electro revierte en plano, el punto en el que el sonido metálico se hace continuado, la muerte, el conocimiento pleno, la desaparición de todos los problemas. Ese punto es el único en el que eres lo máximo que puedes llegar a ser, te sabes propietario de tu tiempo, de tu cuerpo, de tu vida, de tus situaciones, y liberas tus tensiones con aquello que algunos llaman libre albedrío y que yo denomino vida.

¿Que qué es la vida? La vida es todo, la vida somos nosotros y son las cosas y las situaciones que nos rodean.
Cuando desaparece el yo, desaparecen los problemas, empieza la liberación de la mente, y la felicidad y el gozo que sólo unos pocos, aquellos quienes nos comprendemos, disfrutamos. Somos soberbios, porque tenemos algo que la mayoría nunca llegará a tener y nos recreamos en ello.
Ódiame, al fin y al cabo, nunca lo sabré, y si lo llego a saber, no me importará, porque no será mi vida, sino la tuya, la que se esté marchitando.

domingo, 1 de marzo de 2009

Seriedad

Sí, la que imponen las decisiones tomadas en base a lo que he podido defraudaros. Sé que es complicado, que no lo entendéis porque, en el fondo, si lo hice fue por intentar arreglarlo yo, sin pedir ayuda, porque me estaba ahogando como siempre.
La pérdida de confianza no paso a valorarla, me parece lógica, adecuada, lo que tenía que pasar... pero no esperaba ésto o sí. Quizá me venga bien, el futuro lo dirá, estar con la soga al cuello, sabiendo que, si doy un paso en falso, puedo perder lo que más me importa ahora mismo, aunque no lo creáis.
No, no todo lo material es lo básico, de hecho, puedo jurar que es lo de menos, y no sería blasfemia, no en mi religión. Ahora mismo, me siento liberada si os soy sincera. Ya no me aprieta el poder hacer algo mal, me siento bien aún sabiendo que corro un riesgo mayor.
"Al perder toda esperanza hallé la libertad", tenían razón en la película, ya véis.
¿Qué me puede ir peor ahora mismo? Nada, por eso mismo me siento bien. El tiempo me dará la razón, veréis cómo cosas de las que dudáis ahora mismo por pareceros inciertas son reales y cómo yo me estoy ganando, a cada segundo, otra vez vuestra confianza. Lucharé, de nuevo, por ella. Esta vez desde cero, jugando limpio. Ahora sí.
No os lo digo porque no me creeréis, por eso lo escribo, por aquello de poder pensar y sonreír para mis adentros sabiendo que cada día que pasa es una batalla ganada, cada día que pasa a mí me sienta bien, y a vosotros, aunque no os vea, sé que también. Sé, que en Junio TODO estará mejor, porque incluso hoy, a pocos días del suceso, ya había mejorado todo. Sé que estará mejor cuando reciba ese mensaje que estoy esperando, porque las cosas buenas ayudan siempre y porque las alegrías refuerzan, se diga lo que se diga.

lunes, 2 de febrero de 2009

Fuiste

¿Sabes? No fuiste nada y fuiste. Parece una tontería pero contigo creí que rompería de una vez la intensa relación que mantengo fielmente conmigo misma.
Llevaba tres años y dos meses sin un solo devaneo, sintiéndome unida a la soledad con tal fuerza que creí que lo nuestro sería para siempre, cuando apareciste tú. En un día revolucionaste lo visible y lo invisible.
Apasionadamente sellamos nuestro primer encuentro con unas conversaciones y unos besos que me hicieron pensar que eras alguien completamente distinto a todos aquellos a quienes yo había conocido. Continuamos hablando, pensando por mi parte que yo para tí era alguien tan especial como tú lo eres - eras - para mí.

Algún día aprenderé a utilizar los tiempos pasados, probablemente cuando el aire deje de tener alfileres que, en cada inspiración, se me clavan hondo empujando a los ya existentes un poquito más, ayudando a que mi herida no deje de sangrar.

Te volví a ver y versamos a alquimistas, haciendo que lo químico pasara a físico y se convirtiera en placer. Nos separamos, para mí demasiado rápido, y empecé a darme cuenta de que tú lo veías en blanco y negro, mientras que yo tenía tal gama de colores que a día de hoy no sé por dónde empezar a borrar. Siempre en alto me repetía : "no corras, que aún no hay nada", se lo decía a los demás y me lo decía a mí, intentando convencerme, pero no me escuchaba. Mi corazón había puesto alrededor de mis oídos unas vendas que me impedían oír lo propio y soñar con lo ajeno, contigo.

Siendo así, ni tuyo ni mío, continuamos hablando y hoy desperté. Con cuidado y esperando no resentirme, fui capaz de leerte los labios cuando me hablabas de manera indiferente de tu rutina. Caí en la cuenta de que no soy para tí nada, no fui nada, nunca seré nada.
Afirmo en futuro porque lloro en presente, porque me duele. Aún no entiendo cómo en todo este tiempo no he conseguido inmunizarme a estos golpecitos que sé que me vendrán.
Me dijiste que me veías fuerte porque luchaba con todas mis fuerzas contra mis sentimientos, porque confesaste que se me nota el esfuerzo en la mirada y te dí pena. No quisiste hacerme daño y lo soltaste, sabiendo que el huracán arrasaría todo y me dejaría perdida en un mar de confusión. A estas horas, aún intento flotar. Y sólo fuiste dos tardes y un amanecer.

miércoles, 28 de enero de 2009

Beethoven

La gota va cayendo desde mi mano hasta unirse al resto de iguales que conforman el lago. Siento que una parte de mí fluye hasta llegar al total, haciéndome débil, correosa en cierto modo, desvaneciéndome cada segundo un poquito más.
La sensación que recorre mi cuerpo se va fortaleciendo, liberándome de todas aquellas ataduras que creí sufrir durante ...¿cuánto? ¿Durante cuánto tiempo me estuve sintiendo presa de mí misma? Demasiado, seguro.
Ahora la gota forma círculos concéntricos, reverberando la luz de la luna en aquel extraño lugar, perdido entre los sueños y la realidad, más cerca que nunca de la silenciosa compañía que provoca en cualquiera la noche.