"Hay algo fascinante en la mente humana. Algo enigmático, esférico, inexpugnable. Hablo de ti, que crees dominar tu juicio, que te tienes por un tipo racional y razonable. Ese ser que crees enterizo, eso que llamas yo, es una pasmosa colección de fibras, de materiales y procesos de incomprensible perfil; un extraño juego de representaciones del que ni siquiera tienes noticia.
Desconoces que hay muchos yos dentro de ti. Histriones, figurantes, payasos, apuntadores y protagonistas actúan en tu obra. Te estimulan, te hacen sentir dolor, y rabia y furia. Te producen ansiedad y frustración, te agitan. Te tientan, te provocan miedo, te ensalivan la boca y te hacen amar.
Desde tu atalaya de tipo serio, contemplas tus sesudas acciones. Pero, si cierras los ojos, verás que no siempre comprendes los porqués de lo que has hecho. Es tu vida: la vives, la sientes, la disfrutas, la sufres. Es tuya, pero estás lejos de controlarla. No la dominas del todo. A veces, ni siquiera puedes entenderla.
No te preocupes. No te has vuelto loco. Sólo eres un ser como los demás, cuerdo y perturbado, ma non troppo."
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Si todo es imperfecto en este mundo imperfecto, el amor es lo más perfecto de todo precisamente por su perfecta imperfección.