sábado, 26 de mayo de 2012

Punto de retorno. Comienzo

Lo único que sé es que el día que deje de quererte, será el mismo día en que deje de gustarme a mí misma.

Tus miedos, mis temores, nuestras dudas -no con respecto a nuestro amor sino al acecho de que algo malo pase- se solucionarán con tiempo pero hasta que ese día llegue, ese momento en el que nos demos cuenta de que el otro sigue ahí y ni va a desaparecer ni a enfadarse por absurdeces (o como dice un amigo mío "absurdancias"), lo único que tendremos claro es que nos queremos y que, precisamente nos parece raro, porque todo va bien.

¡Qué extraño es acostumbrarse a la normalidad! ¿Y qué hay más normal que querer tanto a alguien que eso haga que surja el miedo a perderlo?

Post Scriptum: borra de tu mente el hecho de que puedes dejar de gustarme porque ese día será el mismo en que deje de quererme.

viernes, 25 de mayo de 2012

Epitafio



"Hay algo fascinante en la mente humana. Algo enigmático, esférico, inexpugnable. Hablo de ti, que crees dominar tu juicio, que te tienes por un tipo racional y razonable. Ese ser que crees enterizo, eso que llamas yo, es una pasmosa colección de fibras, de materiales y procesos de incomprensible perfil; un extraño juego de representaciones del que ni siquiera tienes noticia.
Desconoces que hay muchos yos dentro de ti. Histriones, figurantes, payasos, apuntadores y protagonistas actúan en tu obra. Te estimulan, te hacen sentir dolor, y rabia y furia. Te producen ansiedad y frustración, te agitan. Te tientan, te provocan miedo, te ensalivan la boca y te hacen amar.
Desde tu atalaya de tipo serio, contemplas tus sesudas acciones. Pero, si cierras los ojos, verás que no siempre comprendes los porqués de lo que has hecho. Es tu vida: la vives, la sientes, la disfrutas, la sufres. Es tuya, pero estás lejos de controlarla. No la dominas del todo. A veces, ni siquiera puedes entenderla.
No te preocupes. No te has vuelto loco. Sólo eres un ser como los demás, cuerdo y perturbado, ma non troppo."

viernes, 18 de mayo de 2012

Working on fire

Lo único que me hace seguir en pie es pensar que cada día queda un día menos para verte. Me levanto cansada de estudiar sabiendo que la rutina de mis próximas 24 horas no será muy distinta de la que llevé ayer y el día anterior y así sucesivamente. Sin embargo, cada día es distinto y estoy algo más contenta, no porque se acerquen los últimos exámenes, sino porque estoy unos milímetros más cerca de ti.
Tú y yo y yo y tú... últimamente mis ilusiones se resumen a la conjunción de esos dos pronombres en oraciones que proyectan sueños que por el momento no se pueden realizar, pero llegarán.
Confío en ti, en mí, en nosotros.
Es la primera vez que las cosas son así: fáciles, lógicas, consecuentes. Yo te quiero, tú me quieres, tú vienes a verme, yo iré a verte, conoces a mis amigos, yo conozco a los tuyos. Y el mundo no se rompe ni se disuelve por ello. No hay una bomba de iones escondida tras una noche que hará que por la mañana me levante con un mensaje de tu parte despidiéndote de mí. No. Esta vez no. Lo más probable es que a esa noche le siga un toque tuyo, un mensaje o quizá las dos cosas.
Ayer me dijiste que tengo tu corazón y que cuando lo entregas tú no te vas. Nunca me han hecho portadora de algo tan valioso como esto, sin embargo sé que lo haré bien, que puedo hacerlo y que contigo me encanta.

Te estás encargando de hacer que ésta, sea la primera vez que dure. Estás consiguiendo que ésta, sea la única historia de mi vida presente y futura y no quiero más.

lunes, 14 de mayo de 2012

Breath of life

Viniste y te fuiste en 48 horas exactas, dejándome acompañada por tu esencia, tu curiosa manera de ver el mundo y todos los besos y abrazos que fuimos capaces de darnos en ese corto -pero intenso- espacio de tiempo.

Me abrazaste tembloroso nada más bajar del avión y yo creí que el mundo tendría la deferencia de pararse para siempre porque tenía claro que todo iba a salir bien desde el instante en que te miré a los ojos.
El viernes fue la toma de contacto y el sábado la resaca que te hace consciente de que todo lo bueno se termina, al menos en lo que a tiempo se refiere, porque la sensación perdurará de forma infinita. No me han besado nunca con el amor con el que tú lo hiciste, ni tampoco me han tocado como si mi cuerpo fuera de seda, tal y como tus dedos hicieron. También prendimos fuego a la cama y a las cortinas, al día, la noche y la mañana, pero eso lo único que le aportó a este fin de semana fue magia, porque incluso los momentos más pasionales, al menos para mí, fueron de puro amor.

Te llevo queriendo 2 meses, desde el mismo instante en que nos presentaron. Eres la viva encarnación de lo que siempre quise. Y eres real, lo que te hace estar por encima de cualquier sueño. La realidad siempre supera a la ficción. Doy fe.

Te presenté a dos de mis amigos y supiste acomodarte a ellos, a mi gente. Tomamos un par de cervezas en el jardín del Momo y te abrí la Novena porta que da a las portadas de discos más geniales de la historia con otra Estrella Galicia en la mano. Te movías por mi mundo como si siempre hubieras formado parte de él, lo que me lleva a pensar que desde el principio deberías haber estado presente. No ha habido nadie que me respetase, amase, quisiese, escuchase, confiase o cantase como tú. Hicimos el amor todo lo que quisimos y después tú -aún me pellizco para darme cuenta de que estuviste aquí- me abrazaste desnudo cantándome canciones de Queen.

¿Quién quiere dormir si se puede vivir en un sueño?

miércoles, 9 de mayo de 2012

24


Pues eso, que ya es 10. Ya cumplo uno más. Y tu voz ha sido la primera en desearme felicidad para estos 24 que hoy comienzan. No se me ocurre mejor modo de empezar esta nueva andadura.

A tu lado.

domingo, 6 de mayo de 2012

5 días

En 5 días estarás aquí, conmigo, viendo la luna desde este portal que te ofreceré.
Aún no sé si conseguiré deshacer el nudo que se me formará en el estómago antes o después de verte, si me dejaré el pelo rizado o lo alisaré, si llevaré gafas o lentillas, si me pintaré los ojos y estrenaré algo que me hayan regalado el día de mi cumpleaños o iré con lo de siempre. Si me moriré aún más de ganas de verte o ya he llegado al límite. Lo único que tengo claro es que tú sientes lo mismo que yo y eso me tranquiliza, me apacigua, me aporta calma.

Por una vez, en el aeropuerto, no habrá un único enamorado esperando; sino dos. Y es que la reciprocidad es, por decreto, pasado, presente y futuro del verbo amar.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Cosas que trae la lluvia (y no se lleva)

Las cosas al sur de Invernalia pintan bien. Tú hoy tienes el día libre y yo terminé por fin de estudiar mi examen de mañana, ése que me liberará de la primera asignatura del cuatrimestre. No queda nada para que vengas, cada vez menos, y la nada se convertirá en todo, paradójicamente. 

Te conocí el primer día que la lluvia decidió regresar a su casa, a Galicia, al único sitio donde es considerada arte. Desde entonces no ha dejado de llover, cada vez con más fuerza, más ansias... exactamente igual que me pasa a mí contigo. Yo lo resumiría con una palabra: MÁS.
Ayer te escribí que te quiero y me sonó bonito, nunca había sonado tan bien. Tú haces que brille de un modo especial, como el mango de ese paraguas que compré hace 6 años aquí y del que aún a día de hoy me doy cuenta de no haberle prestado la atención suficiente como para haber visto su relucir grisáceo cuando el sol se cuela tímidamente entre las nubes.

Tú, que eres por derecho las dos caras de la moneda, eres un ser de agua, que no acuoso. Apareciste con ella, llegarás con ella y me dejarás la luz. Light team.  Si supieras lo bellos que son tus ojos cuando estás a punto de llorar te emocionarías más a menudo. Tu sonrisa nerviosa cuando te cuento cómo te veo, por qué te entiendo y acierto. Sé que una parte de esos nervios, como te dije, vienen dados por miedo a lo que pueda pasar pero también porque es la primera vez que das con alguien que sabe encajar todas tus piezas. Siempre has sido un rompecabezas, y no únicamente por las vueltas que le das a todo, sino porque ni tú mismo a veces puedes colocarte. Te contaré mi truco: tus detalles. Escúchate, D. O déjame a mí que lo haga y te lo explicaré todo. 

Ya que estoy, te confesaré una cosa: tiemblo cada vez que me dices que estarás ahí en el futuro porque sé que es real, porque sé que quieres estarlo. Porque lo conseguiremos.