viernes, 22 de marzo de 2013

El novio -parte I-


Esto es para Él.

Por todo lo que me ha hecho vivir, por todo lo que ha supuesto, por lo que me queda por pasar. Este texto es suyo.





Hace tiempo, quizá desde que era niña, soñé con un chico que sería el traje a medida que jamás he tenido. No sé si me pertenecía  o no pero siempre tuve claro que ese sueño era una oda a mis ilusiones y haría todo lo posible por cumplirlo. 

El chico en cuestión era mayor que yo, tampoco mucho pero me sacaba unos años. Mis amigas decían que era guapo, para mí era Él y con eso bastaba. 

Lo imaginé en diferentes situaciones y en todas sabría cómo salir de ellas. Con ayuda, sin ella pero siempre dispuesto a enfrentarse a otra nueva hazaña. Un caballero andante sin montura ni lanza.
No se le daba bien meterse en líos aunque sí crearlos. Todo un mago de la palabra aunque no hiciera mucho uso de ella. Los que no lo conocían decían que era timidez, yo sé que era un método de estudio exhaustivo. Ultraperfeccionista, sibarita, caprichoso y egoísta…. Con la palabra justa para herir en la boca aunque no la soltase. Siempre midiendo todo y analizando, esperando a ser atacado para dejar la bilis correr por su boca. Así era Él. Así lo fue con todos, incluso conmigo… pero no siempre.
No le vistais de demonio. Aún no le conocéis lo suficiente y lo curioso es que yo tampoco lo hice.

Comenzamos a salir un día cualquiera de un mes de Noviembre bastante frío. Recuerdo que a pesar del abrigo me pasé todo aquel invierno helada de frío. Nos conocimos por azar en la cafetería de la universidad. Él llevaba un abrigo negro que había visto días mejores y yo uno marrón que tiempo atrás había pertenecido a mi madre. 
Nos habíamos visto mil veces pero nunca habíamos reparado en el otro. Éramos una mancha más en la pintura que conformaba nuestro alrededor.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si todo es imperfecto en este mundo imperfecto, el amor es lo más perfecto de todo precisamente por su perfecta imperfección.