martes, 10 de abril de 2012

Back again

Después de que la lluvia, la nieve y el resto de fenómenos meteorológicos menores hayan hecho acto de presencia durante mi estancia en la tierra que me vio nacer, vuelvo a dejar un granito de arena en esta playa.

Una gran sonrisa se dibuja en mi cara desde que mi hippie favorito me anunció su venida cual Mesías. ¿Será este mi gran año? Por el momento mejor no podría ir. Johnny Flynn suena por ti.

J.C. me vio y sonrió como no lo había hecho desde que dejamos el colegio. Me cogió en volandas y me agarré a él como si fuera mi tabla de salvación. Me dio dos besos que sonaron a kit-kat de bienvenida y me acarició de tal modo que supo a canción de despertador. No podía dejar de mirarme ni de decirme que estaba más guapa, que ahora era pequeñita de verdad y que mi pelo olía exactamente igual de bien que años atrás. Los músculos que nunca antes nos dejó ver ahora marcaban su hercúleo porte y se dibujaban como los radios de una rueda de bicicleta: rectos, firmes, fuertes. Pero su cara le delataba, el niño que tanto me cuidó seguía intacto. Labios de fresa. Ojos de noche. Se sentó a mi lado para abrazarme toda la tarde, me miró y me dijo que su perfil izquierdo era mejor que el derecho y cuando me lo enseñó hundió su cara en mi cuello. Los dos nos reímos y el resto de la mesa pensó lo mismo que 1500 alumnos y unos 70 profesores habían tenido en mente durante nuestra etapa escolar: se gustan. A pesar de todo, nadie dijo nada.

F. se equivoca con L. pero no seré yo la que rompa su burbuja. Se lo dejé entrever, pero o no quiso darse cuenta o no va a hacer nada para cambiarlo y sea como sea, la respuesta es la misma: todo sigue igual. Si él es feliz, yo también; pero soy consciente de que eso va a terminar rompiendo en pedacitos a L. que, sinceramente, me parece una auténtica muñeca de cuento: inteligente, buena, guapa... y paciente, aunque carente de carácter. Se terminarán casando y teniendo niños, porque lo sé; la cosa durará porque F. no puede poner fin a ese tipo de sacramentos pero esa infelicidad mantenida creo que es un castigo que no lo merece nadie.

Y lloros, llantos y miedos. También 3 kg menos que se quedaron en el hospital.

¿Dos párrafos y 6 líneas? En eso se resumen 10 días.

2 comentarios:

Si todo es imperfecto en este mundo imperfecto, el amor es lo más perfecto de todo precisamente por su perfecta imperfección.