Sí, ya he estado aquí, en este punto en el que ya tengo pareja y reaparecen seres del pasado.
J. sigue escribiéndome y diciéndome que ha desaparecido por un tiempo pero ya lo tiene claro y quiere cimentar la relación. Cobarde, eso es lo que eres y ayer te lo dije. Desapareces (y esto es un sentimiento para mí conocido), regresas y quieres que todo se borre y yo haga como que no ha pasado nada. Es imposible, te lo digo por experiencia. Con el Dark Knight lo intenté dos veces y cada vez fue peor hasta que al final, decidí darle portazo y te aseguro que si a él (Él durante un tiempo) me decidí a borrarle de mi historia vital, a ti, que no eres ni la mitad de la sombra de lo que él sí fue, no me cuesta tanto ponerte punto y final y más ahora que hay ocupado el puesto de Khal.
Por otra parte estás tú, R. que parece ser que nunca te fuiste. Las borracheras te llevan a escribirme y a preguntarme(te) por qué me fui de Galicia, por qué tardaste tanto en mostrarme lo que sentías si soy -según tú- tu chica ideal. Noche tras noche me escribes y me preguntas si algún día volveré, si yo estaré en Madrid en unos meses y podremos vernos. Me echas de menos. Confieso, en este punto, que yo a ti también y que tenerte ahí escribiéndome alimenta mi ego, sin embargo, también a ti te he dicho que ya no puedo seguirte el juego, que ahora hay un presente, con poco pasado y mucho futuro, que le da color al resto de las cosas.
Me sorprendo a mí misma dando tantos cerrojazos (para mí 2 son muchos) por alguien. Hace unos meses, si me hubieran preguntado, hubiera dicho que esto sólo lo haría por DK, ahora me doy cuenta de que sólo lo hago por aquél de quien estoy enamorada y esta vez él, merece estos pequeños detalles y más.
Por lo pronto, nos vamos de viaje a Poniente.
Es bonito ver como, por una vez, los sueños se hacen realidad.
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Si todo es imperfecto en este mundo imperfecto, el amor es lo más perfecto de todo precisamente por su perfecta imperfección.