domingo, 15 de noviembre de 2009

Un ruego


No sé por qué, justamente hoy, apareces en mi mente para recordarme los peores momentos que pasamos juntos. Me haces sentir mal porque tengo la sensación de que algún día cambiarás... en realidad no es una sensación es una esperanza. Quiero pensar que me querrás, que llegará un día en el que, como en las películas, yo ya tendré hecha mi vida, tú tendrás la tuya.. nos encontraremos en... un supermercado, por ejemplo, yo quizá esté embarazada y tú seguirás como te recuerdo. Estaremos juntos dos minutos, quizá tres. Me preguntarás por mis cosas, yo por las tuyas.. como siempre, tendrás la capacidad de anularme y yo querré echarme a llorar, pero no, aguantaré.
Al cabo de otros tres minutos, aparecerás detrás de mí y me dirás que tú también me recuerdas, que piensas en mí. Yo me desarmaré y querré abrazarte, tú te agacharás un poco, me acariciarás la cara y mi barrigota de embarazada. Me sonreirás y comenzarás a caminar a mi lado, volviendo a conquistarme.  Te irás, desaparecerás cuando menos me lo espere y.... saldré detrás de tí, intentando contarte que en realidad yo me sigo muriendo por tí, que pienso en tí cada día y que aún sigo soñando con la noche en que nos acostamos.
Olvidarte es tarea difícil, apareces 10 minutos en mi vida consigues hacerme creer que mi vida ha sido producto de mi imaginación. Pero... ¿sabes lo peor? Que cuando no apareces, soy yo la que te hace aparecer...
Tengo miedo de que me impidas ser feliz, de que tu recuerdo sea más fuerte que los sentimientos que tengo y tendré por otras personas.  Estoy muy cansada de aguantarte, a tí, a tu recuerdo, a mis ilusiones, a mi paciencia infinita, a mis sueños contigo... a lo que creo que es mi vida.
Por favor, sólo quiero que te vayas de mi mente, de mi corazón, de mi vida si  no vas a volver nunca más a ella. Aléjate de mí.
Quiero olvidarme de tu número de teléfono, de tu correo electrónico, de tu cara, de tu pelo y de tu voz.. de las sonrisas que me robabas, de los abrazos que me diste y de la velocidad a la que tu corazón late.
Eres la única persona a la que, después de 6 meses sin ver, sería capaz de dibujar sin cometer si un sólo fallo. Tus ojos de ese marrón caramelizado, tu pelo rubio oscuro de un largo cual príncipe azul, tus manos fuertes, tu espalda ancha, tu barba cuidada, tu piel suave y blanquecina, tu nombre, también de príncipe, de rey inglés.. tu manera de hacerme el amor, aún sabiendo que yo no sería especial, fue cuidadosa, cariñosa, intensa, cálida... No han vuelto a tomarme otros brazos, porque tengo miedo a olvidar los tuyos. ¡Qué tonta soy!
Por favor, cuídame, aunque sólo me tengas alguna vez en tu pensamiento por equivocación, trátame bien... Acaríciame con palabras, que yo te soñaré noche tras noche con el mismo cariño con el que te besé aquellos días.

No hay nada más real que un espejismo.

4 comentarios:

  1. ¿Embarazada..? ¿Pensando en otro hombre..? ^^' Uy.. me parece que algo no concuerda demasiado. O seré yo, que soy 'un romantico sin edulcorar' como me dijeron alguna vez.

    Cuesta olvidarse de todas aquellas personas que un día nos marcaron, se hicieron un huequecito y se quedaron dentro de nosotros.. Pero despacio y a golpe de conciencia poco a poco los fantasmas se van, muchas veces solo son problemas de sugestión.

    ¿Has probado a escribirlo alguna vez?

    ResponderEliminar
  2. hola! vuelvo a estar en activo, esta vez en http://amisdoscientosdiscos.blogspot.com/ ya me pasare pro aqui mas a munudo! un saludo!

    ResponderEliminar
  3. La mejor forma de olvidar a una persona, es olvidándola

    ResponderEliminar
  4. se acabara olvidando

    del todo del todo nunca

    pero perdera intesidad, claro que sí.

    ResponderEliminar

Si todo es imperfecto en este mundo imperfecto, el amor es lo más perfecto de todo precisamente por su perfecta imperfección.